Crónicas del Breve Reino es un gran libro ya que el autor nos permite entrar a dos tipos de novela de un tirón, nos ofrece dos crónicas que tienen un gran prosa y que además permiten centrarnos un poco más en la historia de nuestro país, el Ecuador. Me gustó mucho encontrar a Eloy Alfaro en la primera crónica y además, me gustó mucho la ficcionalización que hace Páez del Ecuador gobernado por Alfaro. Un elemento recurrente en la primera crónica es la descripción detallada de lugares, sobre todo de lugares, y me parece muy bien ya que en una obra literaria es necesaria la creación del ambiente sobre todo en una novela histórica que topa lugares que conocemos en la actualidad pero que tienen que ser leídos y comprendidos por el lector como sitios de hace muchos años, los años en los que el escritor sitúe el relato. El prólogo me parece innecesario ya que explica mucho y no hay esa curiosidad para ingresar al libro. La segunda crónica me parece entretenida y muy buena también. Es policial y si lo parece, no es de esas historias policiales baratas. Además el manejo de la tensión es muy bueno así como la psicología de los personajes, el entrecruzamiento de los personajes, (hijos de personajes de la primera crónica, por ejemplo). En fin, es una buena lectura y hay que continuarla.
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