noviembre 28, 2007

Bernardo de Legarda


“Ninguno como Bernardo de Legarda, de monstruosos talentos y habilidad para todo" P. Juan de Velasco.





Bernardo de Legarda sin duda un icono importantísimo de las esculturas quiteñas. Con el exquisito buen gusto y el encaprichado oficio con que lo hacía todo y caracterizado por sus mayores poderes de artista en sus esculturas. Fue así exactísima la apreciación del P. Juan de Velasco, “Ninguno como Bernardo de Legarda, de monstruosos talentos y habilidad para todo" En donde se busque Legarda tiene ya sus magnificas apreciaciones aseguradas como Legarda fue escultor admirable, y tallador y dorador, y pintor que doró el altar mayor de La Compañía, con las tribunas de los lados del presbiterio. Y talló mamparas para debajo de los coros. A mi parecer estas esculturas marcaron la historia quiteña hasta nuestros días dando paso a maravillas esculturales como la obra más representativa del genio del escultor quiteño fue su versión de la Inmaculada con alas, y la ciudad lo supo reconocer en vida ante tal magnificencia y lo honro en vida al otorgarle el titulo de “Don”, un titulo de gran importancia constando su nombre como uno de los veinticuatro notables de la ciudad, junto a marquesas, quien diría…..NO??? De un simple escultor que nombrado clérigo del gremio de escultores llego a la cumbre de la elite Quiteña, de un arte de bastante madurez y experiencias que las representaba en sus obras supo compartir su talento y habilidad y sobre todo la humildad que al parecer es l mas importante en las personas, porque no solo creó, sino que enseñó. Su casa, situada frente al templo de San Francisco, llegó a convertirse en uno de los más celebrados talleres del tiempo.


Por Alex Balseca

noviembre 27, 2007

CRISTO EN LA CRUZ de Jorge Luis Borges

CRISTO EN LA CRUZ

Cristo en la cruz. Los pies tocan la tierra.
Los tres maderos son de igual altura.
Cristo no está en el medio. Es el tercero.
La negra barba pende sobre el pecho.
El rostro no es el rostro de las láminas.
Es áspero y judío. No lo veo
y seguiré buscándolo hasta el día
último de mis pasos por la tierra.
El hombre quebrantado sufre y calla.
La corona de espinas lo lastima.
No lo alcanza la befa de la plebe
que ha visto su agonía tantas veces.
La suya o la de otro. Da lo mismo.
Cristo en la cruz. Desordenadamente
piensa en el reino que tal vez lo espera,
piensa en una mujer que no fue suya.
No le está dado ver la teología,
la indescifrable Trinidad, los gnósticos,
las catedrales, la navaja de Occam,
la púrpura, la mitra, la liturgia,
la conversión de Guthrum por la espada,
la Inquisición, la sangre de los mártires,
las atroces Cruzadas, Juana de Arco,
el Vaticano que bendice ejércitos.
Sabe que no es un dios y que es un hombre
que muere con el día. No le importa.
Le importa el duro hierro de los clavos.
No es un romano. No es un griego. Gime.
Nos ha dejado espléndidas metáforas
y una doctrina del perdón que puede
anular el pasado. (Esa sentencia
la escribió un irlandés en una cárcel.)
El alma busca el fin, apresurada.
Ha oscurecido un poco. Ya se ha muerto.
Anda una mosca por la carne quieta.
¿De qué puede servirme que aquel hombre
haya sufrido, si yo sufro ahora?

Madeinusa


La película se inicia mostrándonos a una muchacha de la serranía del Perú, llamada Madeinusa, echando veneno para ratas alrededor de su casa. En el camino se encuentra precisamente con una rata a la cual arroja lo más lejos posible. Por la noche le comenta a su hermana, Chale, que han muerto cuatro ratas y que eso le trae buena suerte, por eso no le han contagiado los piojos. Su hermana se burla de las tonteras que habla Madeinusa. El padre llega borracho a casa y se echa en la cama donde duermen Madeinusa y Chale. Se pone al medio de las dos y comienza a manosear a Made, ella le dice que eso es pecado, que ya falta poco para el tiempo santo.

El tiempo santo según el pueblo de Manayaicuna consiste en que el jueves, viernes y sábado santo no existe el pecado porque Dios esta muerto. La gente puede hacer lo que le venga en gana. Ellos eligen entre todas las chicas vírgenes del pueblo, la que va ser la virgen para esas fiestas. Por eso Cayo Machuca, alcalde de la ciudad y mayordomo de la fiesta, arregla todo para que la virgen escogida sea Madeinusa. Ella esta feliz.

Salvador Ariendi que trabaja para la mina Siemense ha sido dejado en Manayaicuna por un camión debido a un huaico que ha malogrado la carretera.

Ocurrirá que Madeinusa se enamorará del gringo y como es tiempo santo dará rienda suelta a sus instintos. Sin embargo, el alcalde lo ve todo (para eso tiene informantes), no permitirá que pasen más cochinadas entre el gringo y su hija faltando tan poco para el domingo de resurrección. Lo que no cuenta es con la mente de Madeinusa. Un final inesperado ocurrirá en la película.

Película peruana ganadora de muchos premios a nivel internacional. El acierto de Claudia Llosa es haber creado una historia original, un tanto controversial, y contar la misma con actores amateurs. Esto hace sentir que estamos ante la nueva ola del cine peruano. Otro acierto es aprovecharse de algunas costumbres del pueblo donde se grabo la historia para dar un colorido impresionante a la cinta. Los paisajes con los eucaliptos de noche y de madrugada sencillamente son hermosos, al igual que la laguna que una y otra vez se enfoca.

Detalle: Cuando Salvador y Madeinusa hace el amor, la cámara enfoca la etiqueta de la marca del polo que usa Salvador. Ahí claramente dice MADE IN USA.

noviembre 25, 2007

No Me Importa Si Mentiste....

Me pregunto si estarás sola esta noche,
alguien dijo una vez que la vida es una película
y que cada uno de nosotros tenemos papel que interpretar.
El destino me dio el papel de amarte con todo el corazón.
La escena uno fue el conocernos, te amé nada más con verte.
Leíste tu guión perfectamente, sin perder detalle.
Luego en la escena dos,
cambiaste y actuaste y el porqué nunca lo sabré.
Amor, mentiste al decirme que me amabas,
y yo no tenía motivos para dudar de ti
pero prefiero seguir escuchando tus mentiras
que seguir viviendo sin ti.

Ahora el escenario está vacío, y yo sigo ahí
sin nada a mi alrededor
y si no regresas conmigo
entonces haz que baje el telón.

"...You Got To Carry That Weight"

noviembre 22, 2007

Un hombre muerto a puntapiés

Pablo Palacio
Un hombre muerto a puntapiés (fragmento)

" Casi en el mismo instante, y a pocos metros de distancia, se abrió bruscamente una claridad sobre la calle. Apareció un hombre de alta estatura. Era el obrero que había pasado antes por Escobedo. Al ver a Ramírez se arrojó sobre él. Nuestro pobre hombre se quedó mirándolo, con ojos tan grandes y fijos como platos, tembloroso y mudo.
-¿Qué quiere usted, só, sucio?
Y le asestó un furioso puntapié en el estómago. Octavio Ramírez se desplomó, con un largo hipo doloroso. Epaminondas, así debió llamarse el obrero, al ver en tierra a aquel pícaro, consideró que era muy poco castigo un puntapié, y le propinó dos más, espléndidos y maravillosos en el género, sobre la larga nariz que le provocaba como una salchicha. ¡Cómo debieron sonar esos maravillosos puntapiés! Como el aplastarse de una naranja, arrojada vigorosamente sobre un muro; como el caer de un paraguas cuyas varillas chocan estremeciéndose; como el romperse de una nuez entre los dedos; ¡o mejor como el encuentro de otra recia suela de zapato contra otra nariz!
Así: ¡Chaj! ¡Chaj! con un gran espacio sabroso.
Y después: ¡cómo se encarnizaría Epaminondas, agitado por el instinto de perversidad que hace que los asesinos acribillen sus víctimas a puñaladas! ¡Ese instinto que presiona algunos dedos inocentes cada vez más, por puro juego, sobre los cuellos de los amigos hasta que queden amoratados y con los ojos encendidos!
¡Cómo batiría la suela del zapato de Epaminondas sobre la nariz de Octavio Ramírez!
¡Chaj! ¡Chaj! í vertiginosamente, ¡Chaj! en tanto que mil lucesitas, como agujas, cosían las tinieblas.
"

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2114

Cual Crees que es el mejor poeta de todos los tiempos

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